Museo Nacional de Arte

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Así se vivió Jazzotea

2016-05-23

Ubicado en el número 8 de la calle Tacuba, el Museo Nacional de Arte se encuentra rodeado de imponentes edificios que cargan una parte importante de la historia de nuestra ciudad: la Torre Latinoamericana, los Palacios de Minería, Bellas Artes y el de Correos. Desde su azotea, la vista es inigualable: un privilegio al que pocos pueden acceder.

 

El pasado 18 de mayo —en el marco de la celebración por el Día Internacional de los Museos—, más de sesenta personas tuvieron oportunidad de visitar este espacio único para admirar uno de los paisajes urbanos más importantes del Centro Histórico.

 

Para la gente que había ganado previamente sus pases a través de nuestras redes sociales Facebook, Twitter y Snapchat, la cita fue a las 16:30 h en el vestíbulo. Pese a la lluvia y el clima incierto, la mayoría se presentaron con puntualidad y esperaron su turno para subir al tercer piso —donde también están las oficinas— y comenzar con esta experiencia.

 

Poco antes de las 17 h subieron los primeros asistentes. Arriba, les esperaba un recorrido con Víctor Rodríguez Rangel, curador de arte del siglo XIX, quien habló sobre la historia urbana del paisaje que rodea al edificio, desde la época prehispánica hasta la actualidad.

 

La gente tomaba fotos, se asomaba y miraba al cielo mientras escuchaba cómo los españoles, durante la conquista, cruzaron por la calle de Tacuba.

 

La idea inicial era culminar la charla con un concierto de jazz en la azotea a cargo de la agrupación de jazz Taquito Time. Sin embargo, las condiciones climáticas lo impidieron y, en cambio, la música se disfrutó en el Salón de Recepciones, un sitio lleno de majestuosidad y bellos decorados.

 

A las 19 h, todos empezaron a desalojar: nada dura para siempre. No obstante, las dos horas de Jazzotea fueron suficientes para que el público disfrutara de una experiencia única en el Museo Nacional de Arte.